Estos ñoquis suman color y un toque dulzón. Suaves por dentro y levemente dorados por fuera, son una alternativa liviana y sabrosa a la receta tradicional.
De origen incierto, en Argentina los ñoquis de calabaza se han convertido en una opción popular, especialmente en otoño, cuando este ingrediente está en su mejor momento. La calabaza aporta una textura más tierna y un dulzor natural que se equilibra con un toque de nuez moscada. A diferencia de los clásicos, requieren menos harina para mantener su suavidad, lo que los hace más ligeros. Para hacerlos se recomienda asar a la calabaza para que no absorba demasiada agua al hervirla. Con esta misma fórmula se pueden hacer ñoquis de zanahoria, boniato, etc.
Ingredientes
- 1 calabaza pequeña
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- 1 cucharadita de azúcar
- Sal y pimienta, a gusto
- 150 g de queso rallado
- 1 huevo
- 1 pizca de nuez moscada
- 200 g de harina 0000
- Salsa de tomate o crema, opcional
Preparación
Paso 1
Pelar la calabaza, sacarle las semillas, rociarla con el aceite de oliva y la azúcar, salpimentar y llevar al horno hasta que esté tierna (20 o 30 minutos).
Paso 2
Una vez cocida, cortarla en trozos, mezclarla con queso rallado, huevo y nuez moscada. Unir con las manos.
Paso 3
De a poco, agregar la harina y seguir trabajando para que los ingredientes se integren.
Paso 4
Hacer los ñoquis dándoles forma con un tenedor o con la palita ad hoc.
Paso 5
Hervir en abundante agua con sal. Escurrir y servir con salsa de tomate o crema.
Tips
Servir con una simple manteca con nuez moscada o una salsa de crema y salvia para realzar su sabor sin opacarlo.
Añadir espinacas cocidas a la masa para un toque extra de nutrientes.