Esta golosina desarrollada por el inmigrante griego Miguel Georgalos se basa en el halvá, un postre a base de pasta de sésamo que en Grecia se consume para acompañar el café. Ante la dificultad para encontrar sésamo, lo suplantó por maní y así nació el Mantecol que, en poco tiempo, se transformó en uno de los dulces favoritos de los argentinos. La preparación es sencilla. Eso sí, es para hacer de un día para el otro.
Ingredientes
- 300 g de azúcar
- 2 cucharadas de miel
- 2 claras
- 400 g de manteca (o pasta) de maní
Preparación
Paso 1
Colocar en una ollita el azúcar con la miel, cubrir con agua y hacer un almíbar a 120°.
Paso 2
Batir las claras, verter el almíbar en forma de hilo sobre las claras y continuar batiendo hasta que la preparación se entibie.
Paso 3
A ese merengue "chicloso" sumarle la manteca de maní.
Paso 4
Colocar la mezcla en una budinera chica humedecida y forrada con papel film. Aplastar y alisar para que no quede aire y se rompa cuando se lo quiera cortar.
Paso 5
Enfriar un par de horas para que adquiera consistencia y luego cortar. Enfriar 24 horas y disfrutar.
Tips
Sustituir las claras de huevo por aquafaba (líquido de cocción de garbanzos) y la miel por jarabe de agave para una versión vegana.
Añadir una pizca de sal marina a la mezcla de manteca de maní para realzar el sabor y equilibrar la dulzura.