Los buñuelos son geniales cuando se comen calentitos, recién salidos de la fritura. Para contrarrestar la crocantez, se acompañan con dips o salsas. Esta receta es del cocinero Santiago Giorgini.
Lavar la espinaca y cortarle los tallos. Secar.
En una sartén caliente con aceite de oliva y un diente de ajo sumar la espinaca. Darle unas vueltas con cuchara de madera, cocinar dos minutos y reservar. Colar bien.
En la misma sartén, dorar en aceite la cebolla. Cuando esté marroncita, salpimentar.
Unir ambas preparaciones y volcarlas a un bowl. Añadir los huevos, la leche y la harina. Mezclar hasta obtener una mezcla homogénea.
Freír porciones pequeñas en abundante aceite caliente, entre 175 y 180°. Colocar sobre papel absorbente. Servir.