Horóscopo

Las personas de Tauro son perseverantes, rumiantes, realistas, simples y pacientes. Si asumieron un compromiso (con relaciones o con proyectos) lo cumplirán y sostendrán. No se darán por vencidos fácilmente. Eso sí, defenderán su ritmo para llevar a cabo cualquier empresa.

En contraste con la velocidad ariana, los taurinos se mueven con un andar decidido pero pausado; no les gusta que los apuren. “Tauro respeta procesos y sabe priorizar sus necesidades personales sin permitir que lo apresuren las exigencias externas”, aclara la astróloga.

Los nativos de este signo procuran experimentar el mundo a través de sus cinco sentidos y registrar cada detalle. De hecho, las experiencias multisensoriales siempre atraerán su atención y les permitirán cultivar su sentido de la estética. La astróloga lo resume como: “El gran sibarita de la vida”.

El temperamento del arquetipo taurino a veces es tachado como muy básico porque busca garantizarse seguridad material, buen sexo, correcto alimento y mejor descanso. Sus apetencias, explica la astróloga, son biológicas; todo un contraste con su sucesor: el mental Géminis.

En el ámbito familiar y afectivo los taurinos son leales. Pondrán en primer lugar la seguridad emocional y la estabilidad económica de su clan. Necesitan pisar firme y transmitirán a los suyos el valor de la perseverancia, aunque a veces otros no comprendan por qué se mueven tan despacio.

Los taurinos pueden pecar por cómodos o perezosos —advierte Leveratto—, la terquedad y la avaricia también serán grandes dificultades para ellos”.

Con el influjo del elemento Tierra no hay duda de que los taurinos saben sostener, pero su aprendizaje de vida se basará en diferenciar perseverancia de obstinación. Les cuesta abrirse y escuchar ideas ajenas, admitir sus errores.

Por otro lado, los nativos tendrán que prestar atención para no dejarse llevar por la avaricia o la acumulación. De hecho, su miedo a perder (bienes, relaciones, comodidades o status) puede volverlo perezoso o llevarle a seguir sosteniendo lo que tiene que soltar.

Con esto en cuenta, no es una sorpresa que Tauro evite cualquier riesgo y no se aventure fuera de su zona de confort.

En el amor, este signo de Tierra se entiende a la perfección con Virgo y Capricornio. En estos casos, ambos sienten que pueden armar proyectos juntos y cumplirlos, además gozan de una gran afinidad en sus tiempos y su manera pausada de disfrutar.

Su vínculo con signos de Agua (Cáncer, Escorpio y Piscis) se caracteriza por una buena comunicación; aunque la dupla más exigente será con su opuesto complementario, Escorpio. Leveratto explica que “arman una pareja de intensidad y compromiso”, en ella, Tauro muestra toda su sensualidad mientras que Escorpio ofrece potencia y crecimiento. La clave estará en que el signo de Tierra no se vuelva muy terco y que su contraparte no responda con más deseos de control.

Los signos menos compatibles con Tauro son Aries, Libra y Acuario. En el primer caso, el signo de Tierra pide pausas y proyectos a largo plazo y su ritmo puede acabar desesperando a los explosivos arianos. En el segundo caso, a pesar de estar regidos por el mismo planeta y combinar su sensualidad, no todo será sencillo para Tauro y Libra. los librianos animan a los toros a salir de su zona de confort y a relacionarse con personas muy disímiles, mientras que éstos ven al signo de Aire como poco auténtico y demasiado cambiante. En el tercer caso, a Tauro le atrae la excentricidad de Acuario, pero siente una falta de compromiso cuando éste se siente ahogado frente a su resistencia al cambio y su posesividad.

Si, en cambio, la pareja se da entre Tauro y Géminis, ambos tendrán mucho por aprender del otro. Ven la vida desde orillas diferentes, Tauro descansa, Géminis se mueve. Sin embargo, Leveratto indica: “El amor puede lograr que Tauro aprenda a cuestionar su mundo, que creía inamovible, y que Géminis aprenda a detenerse y descansar”.

La compatibilidad de Tauro y Sagitario también presenta otro reto: al toro le enamora la alegría y el optimismo del centauro, pero también le asustan sus exploraciones continuas y la necesidad de estar en constante movimiento.