Las encuestas muestran, otra vez, una elección reñida en Estados Unidos. Aunque Kamala Harris aparece con una mínima ventaja sobre Donald Trump en las últimas semanas, esa diferencia -entre 2 y 2,5 puntos porcentuales- está dentro del margen de error. La intriga sobre quién será el próximo presidente crece además porque en ese país el ganador no siempre es el que cosecha más votos. ¿Por qué?
Según el sistema vigente en Estados Unidos, el voto no es directo. Esto es, el resultado final no siempre depende de la decisión del ciudadano, sino del Colegio Electoral, una asamblea que se reúne después de las elecciones -programadas este año para el 5 de noviembre- y da el veredicto. Su decisión depende de cómo se votó en cada estado, pero el mecanismo ha recibido críticas, especialmente en las últimas elecciones presidenciales, en 2016 y en 2020.
¿Cómo funciona el Colegio Electoral de Estados Unidos?
Cuando los estadounidenses emiten su voto, en realidad están votando por una lista de electores designados por los partidos políticos de su Estado que se comprometen a apoyar al candidato de ese partido.
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