Un 11 de julio de 2021 nació el grito de Patria o vida al calor del mayor movimiento contra el régimen de Cuba en más de seis décadas con la revolución en el poder.
No fue hasta diciembre -tras meses de brutales duelos de artillería y mortífera guerra de trincheras- cuando las fuerzas rusas consiguieron entrar en las afueras orientales de la ciudad. Cuando este invierno las temperaturas descendieron por debajo del punto de congelamiento, un equipo del Times visitó Bajmut y descubrió que los pocos residentes que quedaban vivían en su mayoría en búnkeres en sótanos. Dependían de voluntarios que les proporcionaban alimentos y suministros médicos, y de vez en cuando salían a buscar leña. Los rusos avanzaron lentamente, bloque a bloque, arrasando muchos edificios hasta sus cimientos para impedir que los ucranianos pudieran defender sus posiciones.
Casi dos años después, Beatriz Luengo junto al rapero Yotuel Romero, protagonistas del tema que sacudió al régimen, estrenarán Patria y Vida: The Power of Music (el poder de la música), un documental este martes (7 de marzo) en el marco del festival de cine de Miami que refleja las injusticias en la isla y la rebelión contra el gobierno cubano.
Ese año, en medio del fuerte impacto de la pandemia de covid-19, la crisis económica, los largos apagones y la escasez de productos básicos y medicinas, miles de cubanos salieron a las calles de La Habana y otras ciudades para protestar contra el gobierno de la isla al ritmo de la canción de los raperos cubanos Yotuel Romero, Descemer Bueno, Maykel Osorbo, El Funky y el grupo Gente de Zona.
Ese año, en medio del fuerte impacto de la pandemia de covid-19, la crisis económica, los largos apagones y la escasez de productos básicos y medicinas, miles de cubanos salieron a las calles de La Habana y otras ciudades para protestar contra el gobierno de la isla al ritmo de la canción de los raperos cubanos Yotuel Romero, Descemer Bueno, Maykel Osorbo, El Funky y el grupo Gente de Zona.
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ante el juez. Foto AP.
Cuándo empezó. No fue hasta diciembre -tras meses de brutales duelos de artillería y mortífera guerra de trincheras- cuando las fuerzas rusas consiguieron entrar en las afueras orientales de la ciudad. Cuando este invierno las temperaturas descendieron por debajo del punto de congelamiento, un equipo del Times visitó Bajmut y descubrió que los pocos residentes que quedaban vivían en su mayoría en búnkeres en sótanos. Dependían de voluntarios que les proporcionaban alimentos y suministros médicos, y de vez en cuando salían a buscar leña. Los rusos avanzaron lentamente, bloque a bloque, arrasando muchos edificios hasta sus cimientos para impedir que los ucranianos pudieran defender sus posiciones.
