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      Matías Osadczuk, el capitán de Los Pumas campeones en seven: “Después del bronce en Tokio, nos empezaron a dar más bola”

      El seleccionado argentino no para de crecer y se ilusiona con clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024.

      Matías Osadczuk, el capitán de Los Pumas campeones en seven: "Después del bronce en Tokio, nos empezaron a dar más bola"Pura felicidad. “Este seleccionado es un equipo con identidad propia”, se ilusiona Matías Osadczuk. @lospumas7arg
      Redacción Clarín

      Los Pumas 7’s hicieron historia el fin de semana en tierra canadiense. El seleccionado argentino se coronó campeón en el Seven de Vancouver y sumó su segundo título en el circuito mundial 2023, tras el que había ganado en enero en Hamilton. El triunfo, que dejó al equipo en el segundo lugar de la tabla -a doce puntos del líder, Nueva Zelanda-, marcó un hito inédito: nunca antes se habían conseguido dos oros en una misma temporada. Aunque más allá de la alegría y el orgullo, para Matías Osadczuk, el capitán albiceleste, ese enorme logro es una motivación para seguir empujando hacia adelante.

      “Esto es algo histórico y estamos felices, pero nosotros queremos que sea algo cotidiano. Que sea normal que Los Pumas 7’s ganen partidos importantes como esta final”, reflexionó Osadczuk en charla con Clarín desde Houston, donde el seleccionado hizo escala en su viaje de regreso al país, tras la consagración en la ciudad canadiense.

      “La regularidad fue uno de los objetivos del largo proceso que iniciamos antes de Tokio. Nos habíamos propuesto empezar a ganar lo que nosotros llamamos 'la guerra de los cuartos”. Porque solíamos llegar a los cuartos de final por el oro, pero pasábamos a semis cada tanto. Y queríamos meternos entre los cuatro primeros más seguido y ser un equipo constante, sin tantos altibajos. Este oro es otra prueba de que conseguimos ese objetivo. Ahora hay que sostenerlo con esfuerzo y trabajo. También seguir mejorando y para eso no hay mejor manera que acostumbrarse a enfrentar a los mejores”, continuó el medio scrum surgido en SITAS.

      -El seleccionado vive el mejor momento de su historia, con el oro en Lima 2019, el bronce olímpico de Tokio 2020 y los grandes resultados en el circuito mundial. ¿Cuáles son las razones de este presente?

      -Esto es el resultado de ese proceso que arrancó antes de Tokio y en el que llevamos trabajando mucho para tener una base de jugadores más grande y más profesionales en el seven. Antes a muchos nos pasaba que jugábamos en el seven y después en nuestros clubes al rugby XV. Hacer el seven más “profesional” y tener jugadores que solo se dediquen a esto le hizo muy bien al equipo. Todo sacrificio y trabajo siempre paga y ahora todo eso está dando frutos. Pero esto sigue. Esto va hasta París.

      Matías Osadczuk se defiende de los franceses Stephen Parez-Edo Martin y Theo Forner en la final de Vancouver. Foto AFPMatías Osadczuk se defiende de los franceses Stephen Parez-Edo Martin y Theo Forner en la final de Vancouver. Foto AFP

      -¿Cuánto tienen que ver en esa “profesionalización” el trabajo que está haciendo la UARen esta disciplina y la medalla conseguida en Tokio?

      -Hoy tenemos en el equipo a Franco Rosetto, que con 19 años ya tiene una medalla de oro. Y a Tomás Elizalde, de 21. Hay muchos chicos jóvenes en el plantel, que vienen muy bien preparados y se acostumbran rápido a jugar partidos ante grandes rivales, lo que está bueno. Eso habla muy bien del trabajo que está haciendo la UAR con los juveniles en las academias para hacer crecer cada vez más las bases. Después de los Juegos de Tokio nos empezaron a dar un poco más de bola. El seven había tomado más relevancia desde que volvió a ser deporte olímpico, pero con la medalla se hizo todo más fácil a la hora de pedir entrenamientos, concentraciones y jugadores. No es todo cuesta arriba. Y eso influye en la preparación con la que llegan los jugadores al equipo.

      -Mencionaste París. ¿Ya tienen la cabeza puesta en los Juegos Olímpicos del año próximo?

      -Es el principal objetivo de esta temporada. Queremos quedar entre los cuatro primeros en el circuito mundial, algo que no se consiguió nunca, para asegurarnos la clasificación directa a París. Pero no nos queremos apurar, porque quedan torneos y viajes largos (NdR: Hong Kong,Singapur, Toulouse y Londres son las fechas que faltan disputar).

      -Llegaron a la final en tres de las últimas cuatro fechas y sumaron tres medallas (fueron plata en Los Ángeles). ¿Los sorprendió la seguidilla de buenos resultados?

      -Al principio, sí. Pero después empezamos a darnos cuenta del equipo que tenemos, de la confianza que hay en el trabajo y de que estábamos para cosas importantes. El título en Hamilton fue muy lindo porque fue ganarle a Nueva Zelanda en su casa. Pero el de Vancouver fue especial porque veníamos de jugar una final en Los Ángeles y el equipo se había planteado no caer, no relajarse y pisar fuerte en ese torneo. Encima arrastrábamos algunos golpes y lesiones. Y es mucho más lindo cuando te mantenés y podés jugar dos finales seguidas.

      A lo Messi. Matías Osadczuk y la ofrenda del trofeo para sus compañeros. Foto APA lo Messi. Matías Osadczuk y la ofrenda del trofeo para sus compañeros. Foto AP

      -¿Sienten que los rivales los miran de otra manera?

      -Sentimos que nos empezaron a respetar más y a jugarnos distinto. Antes nosotros ganábamos un partido como el del domingo y era un arrebato. Hoy nos analizan diferente y saben de lo que somos capaces. Y está bueno- porque eso habla bien del equipo y nos empuja a seguir mejorando. Nosotros también nos sentimos como un equipo que puede pelear por los primeros puestos, lo que es otra gran motivación.

      -Durante mucho tiempo el seven fue considerado una plataforma para llegar a Los Pumas. ¿Hoy tiene un lugar propio en el rugby argentino?

      -El sueño de jugar en el XV es uno que compartimos todos los que estamos acá, porque es un logro increíble. Pero cada vez hay más chicos que llegan con ganas de jugar en el seven. Ya todos saben cómo somos como equipo y nos diferenciamos más del XV. Hoy este seleccionado es un equipo con identidad propia, que está creciendo cada vez más. Y eso es un orgullo.


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