UNA ESTRELLA QUE BRILLARÁ A MEDIODÍA
Hoy a las 13 sale al aire por ATC el nuevo programa “Hola, Susana”, una propuesta en emisión diaria que tendrá como figura a la popular Susana Gimenez. Mientras ultima detalles de la emisión, “Su” dialoga con Clarín. Sin ocultar su entusiasmo, pero tampoco sus miedos. El ciclo se apoyará en entrevistas y juegos en los cuales podrá participar —teléfono mediante— el espectador. Está inspirado en un éxito de Rafaella Carrá por la TV italiana y la Giménez tiene claro su as de triunfo: “Ser siempre yo misma y que eso se transparente en el programa”.
“Siento que llegó la hora. El desafío, el salto hacia adelante. La deuda que contraje con el público, esa gente que me ha colmado de afecto y felicidad a lo largo de tantos años de carrera debía ser pagada. Este ciclo que comienza, de alguna forma es mi gran devolución. Siempre me gustó lo nuevo. Salvo el drama, creo haber hecho todos los géneros dentro del espectáculo. Ahora me toca la televisión, el medio, esa forma increíble de entrar a las casas, a la vida íntima de millones de personas. Es todo esto muy emocionante, como muy fuerte. Estoy absolutamente convencida de que cuando falten diez minutos para comenzar el programa me voy a mirar por última vez en el espejo y me voy a decir a mí misma: ‘A partir de ahora, empieza una nueva etapa en tu carrera y —por qué no—, en tu vida.’”
Quien habla de esta manera —Susana Giménez— sabe muy bien que el desafío que afrontará con su ciclo diario, Hola Susana, en ATC, de 13 a 14.30, es algo muy especial. Los nervios la consumen. Está delgadísima, nerviosa, mira a los productores buscando datos. Controla todos los detalles. Allí, las esculturas de Jorge Michel, allá, los cuadros de Fogel, más acá la foto de Rita Hayworth (su ídolo máximo), que la acompañará en su debut. Un primer programa que contará con la presencia de Graciela Borges, Carlos Perciavalle, Ricardo Darín, Luisa Kullok y el diputado Jesús Rodríguez. Cuarenta personas en total colaboran con el proyecto. También cuarenta son las líneas abiertas con que contará Hola Susana para que el público se comunique con la conductora.
Hola Susana 1
Junto a Susana, habitará en el programa otra estrella, que es el juego. “Allí estará la clave —dice—. El núcleo de este ciclo reside en la participación de los televidentes, en forma telefónica y en directo. Nosotros vamos a proponer varios juegos, con premios en efectivo. Si nadie acierta con los mismos, el pozo se agrega en la emisión del día siguiente. ¿Cuáles son? Pues ofreceremos muchos, entre ellos el de la caja fuerte, donde el espectador debe adivinar el número clave de la combinación, el de la caja de nueces, para que la gente trate —si puede— de acertar cuántas de ellas hay dentro del tarro. También contamos con un pianista, Aquiles Roggero junto a un coro, los cuales interpretarán distintas melodías, cuyos títulos deberán ser adivinados sucesivamente.”
En la rápida aparición de esas llamadas, más la participación de los invitados, estará la concreción del éxito final de este programa, que se emitirá en directo en todo el país y que ya tiene el preacuerdo para su difusión en la televisión de Perú y de Uruguay. Este estilo, esta forma de show que desde hoy propondrá la actriz, tiene un antecedente, un ciclo de la pantalla chica italiana que fue el punto inicial de toda esta historia.
Hola Susana 3
“Hace algún tiempo vino a verme Ovidio García, representante de Rafaella Carrá en la Argentina y hoy productor del ciclo, junto a Jorge Torres. Me dijo que la Carrá estaba matando en Italia con Pronto, Rafaella, un programa de mucho swing, con teléfonos en directo y gran participación. La idea me gustó. Tanto me sedujo que me dije que debía hacer eso si en algún momento volvía a la tevé. En el interín me ofrecieron muchas cosas, pero ninguna me interesó. Cuando surgió la posibilidad cierta de hacerlo en ATC, casi me vuelvo loca de alegría. Pero en ese instante me agarró miedo, un miedo que es superior al que me suele atacar en otros estrenos. Este es muy diferente.”
A partir de esos nervios, Susana consultó con todos sus amigos que debía hacer. La sola idea de entrenar en directo las cámaras cinco veces a la semana la perturbaba. “Pero al fin comprendí lo que todos me decían. Hola Susana tiene que ser como soy yo, natural, espontánea. Si —por ejemplo— invitó a un ministro, no voy a empezar a tejer un tedioso diálogo sobre política, porque voy muerta. En cambio, debo aprovechar la cara humana, lo amable, lo gracioso o insólito. La única llave del éxito la tengo yo, en la medida en que logre hacer —lo que estoy segura de concretar— un programa tan rápido como divertido, tan natural como inesperado. No estoy atada a ningún esquema, a ningún estilo. Tengo libertad absoluta para presentarme tal cual soy. Si la cosa viene bien por el lado de un juego, bárbaro. Si la entrevista se pone interesante, pues, adelante”.
Hola Susana 2
La llama el productor. Su figura, tras un nervioso saludo, se cuela por el estudio hacia el camarín. La escenografía está lista. Alguien desde un monitor mira uno de los dos pilotos grabados por Susana. Se escucha su voz, su risa, tal vez pre anunciando todo lo que estará por llegar a su vida a partir de hoy, en el mediodía porteño.
Leonardo Coire